Desgarro Muscular

Introducción

Los músculos son estructuras contráctiles altamente vascularizadas e inervadas. Su función es contraerse y elongarse para producir movimiento y así poder cumplir con las distintas funciones vitales.

Descripción

El desgarro muscular es una lesión muy común de los músculos. Consiste en la rotura de las fibras que lo componen. Provoca un dolor muy intenso que obliga a la persona que la padece a suspender la actividad que estaba realizando. Su severidad dependerá de la localización, tamaño del desgarro, edad, estado de salud general de la persona, etc.

Las roturas parciales de los músculos más comunes son las de la musculatura isquiotibial en la pierna, los gemelos en la pantorrilla, el manguito rotador en el hombro y los paravertebrales lumbares.

Tratamiento

Lo más recomendable cuando tenemos una rotura fibrilar es la aplicación de frío en la zona en los primeros momentos para generar una vasoconstricción de los capilares y vasos rotos, lo que reducirá el sangrado en la zona y disminuirá el tiempo de recuperación.

Como norma general, siempre hay que guardar reposo relativo durante dos o tres días. Lo más importante es no solicitar la musculatura afectada e intentar, en la medida de lo posible, ponerla en una posición de relajación. Esto tendrá dos funciones básicas: disminuir la tensión y el tono muscular y aproximar los extremos de la rotura de fibras.

El tratamiento de un desgarro muscular debe ser aplicado por un profesional cualificado, como es el caso del fisioterapeuta. Bajo ningún concepto deben emplearse técnicas de tratamiento sin la supervisión del mismo. Esto, contrariamente a lo que se desea, podría agravar la gravedad de la lesión.

El tratamiento debe ser personalizado, y  se irá desarrollando progresivamente conforme se vaya avanzando en las fases de recuperación.

Elisa Lacasa Esteban
Fisioterapeuta Núm.Col.:1031