Artículo Rehabilitación del ligamento cruzado anterior

El ligamento cruzado anterior es uno de los principales ligamentos de la rodilla. Su misión principal es la de conectar la parte posterior del fémur con la parte anterior de la tibia. Además proporciona gran estabilidad a la rodilla y evita un desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur.

Tratamiento

Tras la intervención quirúrgica hay que respetar el periodo de reposo, que suele oscilar entre los siete y catorce días. Después comenzaremos la rehabilitación con la ayuda de nuestro fisioterapeuta. El periodo de recuperación tiene una duración de entre cinco y seis meses. Todo depende del tipo de operación empleada y la condición física del paciente.

Fases

Hemos dividido el proceso de rehabilitación del ligamento cruzado anterior en tres fases:

Fase 1 (1 – 2 meses)

En el inicio empezaremos a recuperar la musculatura perdida con ejercicios isométricos (sin movimiento de la articulación afectada). Los músculos implicados son los responsables del movimiento de la rodilla: cuádriceps e isquiotibiales. Retiraremos progresivamente las muletas aumentando el apoyo gradualmente sobre la pierna afectada. Al mismo tiempo eliminaremos la inflamación y el edema. Al final de esta fase conseguimos flexionar la rodilla 90º.

Fase 2 (2 – 4 meses)

Seguidamente se realizará un trabajo más específico de musculación, ejecutando ejercicios de potenciación muscular en movimiento. Con la ayuda de elementos como la bicicleta estática o el banco de cuádriceps. El balance articular debe ser completo tanto en flexión como en extensión de la rodilla. Empezaremos a trotar y a trabajar con ejercicios de equilibrio y propiocepción. (Sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, el cual permite acciones y respuestas automáticas).

Fase 3 (4 – 6 meses)

En esta última fase intensificaremos el trabajo prioceptivo y volveremos paulatinamente a la práctica deportiva habitual.

El proceso de recuperación suele durar entre cinco y seis meses, divididas aproximadamente en tres fases.

Cada persona es diferente y es por esto por lo que hay que ajustar el tratamiento a cada paciente de manera individual, siempre siguiendo las indicaciones del médico o fisioterapeuta.

Lluís Chover
Nº Col.: 4122