Lumbalgia, lumbago o dolor de riñones son algunos de los nombres que utilizamos para definir esa molestia que padecemos en la parte baja de la espalda.
La palabra lumbalgia quiere decir dolor (algia) en la zona lumbar.
El dolor lumbar es una de las afectaciones más comunes, hoy en día un gran porcentaje de la población sufre, ha sufrido o va a sufrir lumbalgia alguna vez en su vida, pero también es importante destacar que es la primera causa de baja laboral en nuestro país.
La causa o causas del lumbago pueden tener orígenes diversos, desde factores mecánicos a traumatismos o procesos degenerativos, pero la principal causa de esta dolencia o patología es el exceso de sedentarismo, falta de ejercicio físico, una mala alimentación y el sobrepeso.
A esto le podemos sumar el mecanismo lesional más frecuente que es la mala postura o falta de higiene postural en nuestras actividades de la vida diaria, por ejemplo, levantar pesos sin flexionar las piernas, estar sentados de forma incorrecta, o la manera de dormir. Hay que recordar que la mejor manera de dormir es de lado o posición fetal y la peor sería boca abajo.
El tratamiento más adecuado para la lumbalgia es el tratamiento fisioterapéutico o terapia física, ya que técnicas como masajes, estiramientos, electroterapia o manipulaciones vertebrales ayuda a disminuir la tensión en la musculatura paravertebral y desbloquear las articulaciones intervertebrales, por lo tanto, la opción más conveniente es acudir a un fisioterapeuta.
También es válido como tratamiento hacer ejercicio físico, siempre bajo la tutela de un profesional que nos indicará cuales son los ejercicios más adecuados para nuestra patología.
Recomendaciones:
- Intenta evitar las flexiones de tronco tan frecuentes en nuestro día a día por ejemplo al hacer la cama, poner la mesa, atarnos los cordones, coger un peso del suelo ya que todos sabemos cómo hacerlo, pero la tendencia es hacer las cosas rápido y sin pensar.
- Potenciar la zona abdominal. Hay que intentar conseguir un equilibrio entre la zona lumbar y la zona abdominal, de esta manera no sufrirán tanto nuestras lumbares.
- Es mejor hacer los ejercicios como parte de un programa controlado y progresivo, con el objetivo de lograr tener una columna más fuerte y flexible.