El denominado Síndrome de Latigazo Cervical es una lesión de la columna cervical que acontece generalmente tras la colisión de vehículos a motor, al producirse una forzada extensión y posterior flexión del cuello y una violenta oscilación de la cabeza de delante hacia atrás y de atrás hacia delante, que puede causar daños de diferentes grados de severidad.
El Síndrome de Latigazo Cervical es una patología muy común en nuestros días, debido a la siniestrabilidad en las carreteras, ya que es la lesión más común en los accidentes por alcance. Implica factores sociales, económicos y médicos y es un verdadero problema de salud pública.
En función de la fuerza del impacto, el latigazo cervical se puede clasificar en varios grados según la afectación que se produzca. Los principales síntomas son el dolor cervical y la contractura muscular, que pueden ir acompañados de cefalea, vértigo, falta de fuerza o confusión entre otros. La contractura de la musculatura paravertebral hace que los movimientos del cuello se vean limitados, y el dolor puede aumentar al intentar hacer estos movimientos sobre todo durante los primeros días.
En la fase aguda se prescribe reposo y se aplica tratamiento farmacológico para reducir la inflamación y el dolor. La inmovilización con collarín puede ser necesaria inicialmente, pero si se alarga mucho en el tiempo la musculatura se atrofia y la recuperación es más dificultosa. Por ello, lo recomendable es derivar al paciente a un servicio de rehabilitación, donde se le aplicará el correspondiente tratamiento fisioterapéutico necesario para recuperar la fuerza y la movilidad.
El objetivo del tratamiento fisioterapéutico es disminuir el dolor y la contractura muscular, recuperar la amplitud articular y evitar o eliminar la atrofia muscular. Los fisioterapeutas tenemos a nuestra disposición muchas medidas terapéuticas en clínica para paliar los efectos de las lesiones producidas: calor, electroterapia, ultrasonidos, magnetoterapia, masajes, etc… pero es preciso que el paciente inicie una pauta de ejercicios domiciliarios diarios supervisados por el fisioterapeuta. También convendría que recibiera información sobre distintos hábitos y consejos de higiene postural como elemento beneficioso en el proceso de rehabilitación, y necesario para lograr el nivel de actividad previo al accidente.