epicondilitis causas y tratamiento

Se conoce como epicondilitis, “codo de tenista” o patología de inserción, a una inflación dolorosa en los tendones y músculos que están en la zona dorsal del antebrazo y del codo, a veces causando una limitación de los movimientos (flexión dorsal de la muñeca, supinación del antebrazo y desviación radial de la muñeca), por un sobreesfuerzo y una tensión repetida sobre la parte externa del codo, creando así una tensión en los puntos de inserción de los tendones del hueso.

Los síntomas y signos que suelen aparecer son:

  • Dolor a la palpación y presión en la parte externa del codo.
  • Dolor y limitación para realizar actividades o deportes.
  • Inflamación en los músculos y tendones alrededor del codo.
  • Debilidad de los músculos del antebrazo incluyendo los de la mano e impotencia muscular, por ejemplo, a la hora de  levantar una botella o una jarra, estrechar la mano, alzar una taza de café o realizar cualquier gestión de limpieza.

Diferenciamos tres fases clínicas:

  • Fase 1: Dolor moderado después de una actividad intensa.
  • Fase 2: Dolor intenso durante la actividad prolongándose cierto tiempo durante el reposo. Durante las actividades cotidianas el dolor no aparece.
  • Fase 3: Dolor en reposo, nocturno y en actividades cotidianas.

Los objetivos de la fisioterapia para la epicondilitis son:

  • Proteger la articulación.
  • Disminuir la inflamación y el dolor.
  • Fortalecer los músculos y tendones.

Por ello, se recomienda:

  • Tratamiento fisioterapéutico mediante la electroterapia para medidas analgésicas e inflamatorias (TENS y ultrasonidos).
  • Magnetoterapia para mejorar la circulación local, relajar la musculatura, acelerar el trofismo y reducir el dolor.
  • La realización de un masaje relajante en extensores de muñeca y flexores de codo (medidas de relajación musculo-tendinosa) y un masaje transverso profundo de cyriax para generar hiperemia, mejorando la función y la fuerza rompiendo las zonas adheridas causantes del dolor.
  • Realizar estiramientos y autoestiramientos para la extensión de codo, pronación, flexión de muñeca y dedos.
  • Y finalmente, la aplicación de hielo en la zona de la inflamación.

Para evitar recaídas es aconsejable la corrección del gesto deportivo o laboral, calentar y estirar antes y después de la actividad deportiva o laboral. Y, a ser posible, realizar reposo de la zona afectada.

Noelia Chilet Alepuz
Fisioterapeuta. Nº Col: 5035