Beneficios del deporte en una lesión muscular

Introducción

Actualmente hay cada vez más estudios científicos que avalan los beneficios de realizar actividad física diaria. En este caso lo relacionamos con el fin de reducir el tiempo de recuperación de las lesiones musculares. Así mismo podemos observar una recuperación tanto a nivel fisiológico como funcional.

A nivel fisiológico

En un principio cuando realizamos ejercicio producimos también una inflamación de la lesión. Sin embargo ésta queda compensada con la reducción de los plazos de recuperación. La causa es que favorecemos un flujo sanguíneo constante en la zona afectada. Y esto es así por la doble función de la circulación. Pues además de aportar nutrientes drena todas las sustancias de desecho que se crean en el proceso de la lesión.

A nivel funcional

El ejercicio prescrito posteriormente al tratamiento de terapia manual fisioterapéutico aporta multitud de ventajas. Así, podemos indicar que con el mismo:

  • Se fortalece la estructura dañada.
  • El paciente se recupera antes.
  • Existe mayor estabilidad de los movimientos y/o articulaciones.
  • Corrige las malas posturas de protección ante el dolor.
  • etc.

Ejercicio físico pero con tratamientos de control

Cuando se produce una lesión en el tejido, el organismo regenera el mismo con células fibrosas. En ese momento éstas carecen de elasticidad, quedando disminuida la función de la estructura dañada. Sin embargo el ejercicio crea un proceso de estrés que recluta células para mantener la condición física anterior.

No obstante lo anterior, antes de pautar al paciente ejercicio físico, debemos de señalar que, en las primeras fases de las lesiones, es importante el control de la inflamación ya sea con tratamientos específicos como la crioterapia (método curativo consistente en la aplicación de frio para la reducción de la inflamación), electroterapia (tratamiento médico basado en la aplicación de micro corrientes eléctricas) o termoterapia (procedimiento médico consistente en la aplicación de calor en la zona afectada).

Actividad guiada y personalizada

Para finalizar, debemos destacar que la actividad física después de una lesión muscular debe ser personalizada y guiada en:

  • el método,
  • tiempo del ejercicio,
  • carga y
  • actividad

Y esto es así porque cada paciente y cada lesión son diferentes. Por ello hay que efectuar un estudio detallado de las circunstancias que subyacen a cada lesionado, tales como sus problemas de salud, entorno funcional, patrón postural, etc. Todo ello a fin que se produzca la pronta readaptación a su vida cotidiana.

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