Por sus probados efectos de oxigenación y regeneración de órganos y tejidos, el uso de la cámara hiperbárica se ha prescrito tradicionalmente para la recuperación de pacientes con afecciones pulmonares, enfermedad descompresiva, intoxicaciones por monóxido de carbono o embolias gaseosas, para lesiones con traumatismos y cicatrices, o para diversos procesos inflamatorios. También se ha confirmado su efectividad como tratamiento para la mejora de infecciones bacterianas o de determinados tumores cancerígenos al promover la neovascularización y la proliferación de fibroblastos y colágeno, y en la recuperación de las lesiones producidas por el tratamiento de radioterapia.

¿Qué utilidad puede tener la Oxigenoterapia contra un virus como el COVID19 que, concretamente, afecta a la capacidad pulmonar? 

El Grupo SERMESA ya ha tratado con éxito en los últimos meses a varios pacientes que contrajeron COVID19 y que, tras varias sesiones en nuestro servicio de medicina hiperbárica de Mislata (Valencia), consiguieron superar la viriasis y generaron una gran cantidad de anticuerpos. Los resultados de esos tratamientos, trasladados a las sociedades científicas y las autoridades sanitarias, despertaron gran interés en los medios de comunicación. Sin embargo, La oxigenoterapia hiperbárica sigue a día de hoy ausente en los protocolos oficiales contra el COVID19 y contra sus secuelas, a pesar de su eficacia demostrada.

En opinión de diversos especialistas, el suministro de oxígeno puro en el interior de una cámara a una presión superior a la atmosférica es, sin duda, una terapia que debería generalizarse para el tratamiento de pacientes con COVID19 o con secuelas COVID19, ya que disminuye los porcentajes de  glucemia en sangre y mejora el sistema inmunológico.