El RD 1215/1997, de 18 de julio por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, establece que un equipo de trabajo es cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación utilizado en el trabajo, estando las carretillas elevadoras incluidas en esta definición.
Por otra parte, este mismo Real Decreto, en su art. 3 define cuales son las responsabilidades de la empresa en referencia a los equipos de trabajo, en concreto, determina que el empresario adoptará las medidas necesarias para que los equipos de trabajo que se pongan a disposición de los trabajadores sean adecuados al trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados al mismo, de forma que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizar dichos equipos de trabajo.
Continuando con el mismo RD 1215/1997, el art. 4 hace referencia a la comprobación de los equipos de trabajo, el apartado 4.2 y 4.4 dicen respectivamente lo siguiente:
El empresario adoptará las medidas necesarias para que aquellos equipos de trabajo sometidos a influencias susceptibles de ocasionar deterioros que puedan generar situaciones peligrosas estén sujetos a comprobaciones y, en su caso, pruebas de carácter periódico, con objeto de asegurar el cumplimiento de las disposiciones de seguridad y de salud y de remediar a tiempo dichos deterioros.
Los resultados de las comprobaciones deberán documentarse y estar a disposición de la autoridad laboral. Dichos resultados deberán conservarse durante toda la vida útil de los equipos.
De manera que, puede concluirse que es necesario contar con un diario de mantenimiento para las carretillas elevadoras, puesto que, en primer lugar, son susceptibles de ocasionar situaciones peligrosas debido a un deterioro de las mismas. Y en segundo lugar, los resultados de las comprobaciones efectuadas deben documentarse adecuadamente.
Hay que tener en cuenta que una carretilla elevadora puede ser un equipo de trabajo muy peligroso si no esta sometido a ningún programa de mantenimiento específico, además, el único modo de garantizar la efectiva aplicación de dicho programa es la evidencia documental del mismo.
Tomando como referencia la Nota Técnica de Prevención NTP 715: Carretillas elevadoras automotoras (III): mantenimiento y utilización, el diario de mantenimiento deberá incluir tanto un mantenimiento periódico como diario de estos equipos de trabajo.
En el mantenimiento periódico se tendrán en cuenta los siguientes factores:
– Dispositivo de elevación.
– Sistema de propulsión.
– Sistema de frenado.
– Puesto del operador y mandos.
– Equipo eléctrico.
– Sistema hidráulico.
– Chasis y equipos de seguridad.
– Etc.
En cuanto a las revisiones diarias, realizadas previamente al comiendo de la jornada de trabajo, se tendrán en cuenta los siguientes factores:
– Presión de hinchado de los neumáticos y estado de su superficie de rodadura.
– Funcionamiento correcto de frenos, dirección, mandos, equipos de alumbrado y señalización, bocinas.
– Inexistencia de fugas de fluidos de cualquier tipo.
– Posición correcta y debidamente fijada, de todos los protectores, tapones y elementos de seguridad así como de los brazos de horquilla o del accesorio que los sustituya.
– Ausencia de grietas u otros defectos estructurales observables a simple vista.
– Niveles de fluidos de engrase, refrigerante, etc.
– Nivel de combustible (efectuar el llenado del mismo siempre con el motor parado).
– Nivel de líquido de freno.
– Nivel de aceite hidráulico.
– Conexiones del acumulador eléctrico y nivel del electrolito, si corresponde.
– Presencia y buen estado de las placas indicadoras de carga de la carretilla y sus implementos, si los lleva.
– Limpieza de todas las placas indicadoras, retrovisores y equipo de señalización eléctrica y alumbrado.
– Regulación del asiento a la posición más adecuada a la complexión física del operador y ajuste del cinturón de seguridad a estas condiciones.
– Estado de adecuación del puesto de conducción, dejándolo libre de objetos y/o herramientas que puedan desplazarse libremente y llegar a bloquear un mando o impedir una maniobra cuando sea necesario.
Verificar el apriete de las tuercas o tornillos de fijación de las ruedas.