déficit de atención e hiperactividad

Actualmente el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tiene una alta incidencia en la población infante-juvenil y sus consecuencias no solo las sufren los niños que lo padecen sino también sus familiares y profesores.

Los padres han de educar a sus hijos superando las dificultades que el TDAH les plantea día a día, además de las inherentes a cualquier otro padre. Los niños con hiperactividad o falta de atención requieren de sus padres ciertas habilidades para que les ayuden a controlar su conducta y les guíen en su desarrollo.

Las pautas presentadas a continuación favorecen la capacidad de atención y determinan los hábitos de conducta adecuados en los niños con TDAH:

•    Aumentar la estructura y el orden: Cada cosa debe tener su sitio, los juguetes, su ropa, los libros…con el fin de facilitar las rutinas. Estas rutinas han de ser estables y predecibles para estructurar el tiempo, esto produce seguridad en el niño. Conviene tener hábitos regulares, es decir, horarios estables para comer, ver la televisión, hacer los deberes escolares, etc.

•    Reducir estímulos: Ofrecer un ambiente sencillo evitando estímulos excesivos (no tener juguetes y objetos que puedan distraer su atención, guardar estos objetos y sacarlos en las ocasiones que se vayan a utilizar). Además es importante eliminar los ruidos mientras realiza actividades escolares (quitar la televisión, la música, o entrar a su cuarto repetidamente…)

•    Utilizar apoyos visuales para recordarle sus tareas, siendo importante que el niño participe en la creación de estos materiales.

•    Potenciar la atención y ampliar los tiempos de trabajo: Dedicar un periodo del día a realizar actividades en las que sea necesario fijar la atención; como por ejemplo mirar un cuento, juegos musicales o de mesa, puzzles, etc. Empezar por periodos cortos de tiempo e ir aumentándolos de forma progresiva.

•    Órdenes sencillas: Se ha de evitar plantear las órdenes mediante preguntas. Éstas han de ser cortas y directas.

•    Instrucciones simples: Las instrucciones sobre las tareas a realizar han de ser lo más sencillas posible. Si es necesario, se ha de pedir que el niño las repita para verificar su comprensión. Segmentar las tareas complejas en fases y marcar un tiempo para cada una, reforzándolo cada vez que realice el objetivo marcado.

•    Refuerzo positivo: reconocer el esfuerzo realizado por el niño, aumentar su autoestima y motivación.

•    Especificar qué comportamientos consideran aceptables y cuáles no. Confirmen que el niño entiende el desempeño que se le solicita. Es decir, que el niño sepa qué es exactamente lo que se espera de él. De esta forma, si quebranta alguna regla familiar sabrá cuáles serán las consecuencias que podrían acarrearle.

•    Evitar ser súper protector y no dejarse manipular por sus caprichos. Se deben cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones.

•    Darle pequeñas responsabilidades.

•    Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades.

•    Cuando juzguemos su comportamiento o trabajo no poner etiquetas.

•    Potenciar locus de control interno, lo que se pretende es enviar el mensaje de que él puede cambiar las cosas.

•    Dormir las horas suficientes para que el niño descanse de su actividad diaria.

•    Los niños con TDAH o problemas de atención e inquietud pueden beneficiarse en extremo de la realización de actividades físicas.
Además de estas pautas para trabajar en casa diariamente, muchos niños con TDAH requieren de ayuda adicional para el correcto desarrollo de las funciones ejecutivas y para mejorar su capacidad de autocontrol y autonomía. En nuestro gabinete psicopedagógico existen profesionales que trabajan estos aspectos y otros relacionados que ayudan a mejorar la calidad de vida de estos niños y la de sus familias.
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