niño difícil

El niño que tendemos a llamar difícil es un niño cuyo comportamiento no siempre es el más adecuado, es un niño que a menudo desobedece, que suele tener rabietas y que en numerosas ocasiones responde con conductas rebeldes e inapropiadas.

El niño difícil pocas veces es comprendido por los demás y muchas veces es prejuzgado sin razón. Pero ¿Por qué se portan mal estos niños? ¿Cuál es la razón de estas conductas inapropiadas?.

Los niños tienen un pensamiento diferente al de los adultos, tienen un tipo de pensamiento que se guía y dirige por la emoción y aún no disponen de recursos, ni de estrategias para una adecuada gestión de sus emociones. Detrás del niño difícil suele esconderse un malestar emocional que no saben expresar y cuya única vía de escape es aquella conducta inapropiada. El niño difícil es un niño que tiene una necesidad, de afecto, de atención, de autoestima, seguridad, reconocimiento, etc., que no sabe expresar de otra manera y encuentra como única vía de escape los comportamientos inapropiados.

Es cierto que algunos niños a veces tienen comportamientos que pueden hacernos perder los nervios, comportamientos que no son los más apropiados y es cierto también que los adultos, en la mayoría de las ocasiones, nos limitamos a poner la etiqueta de niño difícil y a intentar corregir su conducta con castigos, gritos y reprimendas. Con esta actitud como respuesta a la conducta del niño no conseguimos nuestro objetivo, sino todo lo contrario, conseguimos condenar al niño a una cadena de conductas inadecuadas, reprimendas, malestar y de nuevo conductas inapropiadas. De este modo entramos de lleno en un bucle complicado del que es difícil salir.

¿Qué podemos hacer para ayudarle a mejorar su comportamiento?

  1. Averigua la causa de su mala conducta, recuerda que normalmente será una emoción que genera un malestar y que no saben expresar de manera adecuada. Para ello habla con él, y sobre todo escúchale antes de juzgarle.
  2. No le etiquetes sin entender su conducta y las causas de la misma, recuerda que al hacerlo le condenamos a mantener e incrementar el malestar y difícilmente podremos modificar su comportamiento.
  3. Trata de enseñarle otras vías de salida para sus emociones negativas y su malestar, prueba con deportes, escritura, dibujo, hablar, etc..
  4. Evita reforzar su conducta inapropiada prestándole demasiada atención. Cuando haga algo que no queremos que haga, intentaremos no prestar demasiada atención y recordarle cual es la manera adecuada de proceder.
  5. Recuerda prestar atención y reforzar las conductas deseadas, de esta manera poco a poco iremos modificando y atendiendo a las necesidades del niño.
  6. Enseñarle cómo relajarse puede ayudarle a controlar la situación cuando las emociones le controlen a él o ella.
  7. Trátale con comprensión y cariño, recuerda que tiene necesidades y malestar que genera su mala conducta.
  8. Enfoca los problemas uno a uno y haz saber al niño lo que se espera de él.
  9. Nunca le compares con otros niños o niñas.
CategoryArtículos PADI