Los andamios de borriquetas se utilizan con bastante frecuencia en los trabajos realizados en obras de construcción dado que son de fácil montaje y desmontaje, y permiten la realización de trabajos a distintas alturas a diferencia de los andamios tubulares clásicos.

En general se distinguen dos tipos de andamios de borriquetas, los de tipo caballete, que son los más frecuentes en obra, y los de borriqueta vertical que disponen de soportes tipo escalera y pies de sustentación, estos últimos permiten una mayor variación de la altura de trabajo.

 

Es importante indicar que los andamios de borriquetas no están permitidos a partir de 6 metros de altura, y que a partir de 3 metros es obligatorio su arriostramiento.

 

El asentamiento del andamio se realizará sobre superficies planas, limpias y sin obstáculos, garantizando la estabilidad del mismo, así como las debidas condiciones de seguridad para los trabajadores que los utilicen.

 

En los andamios de caballete, si se emplearan tablones estandarizados de 4 m de longitud, que son apropiados para una separación entre caballetes de 3,60 m, se deberá disponer un tercer caballete intermedio entre ambos, sobresaliendo por lo tanto los tablones 20 cm a ambos extremos de los apoyos de las borriquetas.

 

La superficie de apoyo será como mínimo de 60 cm de ancho y 5 cm de grueso, además, sobrepasarán los puntos de apoyo (laterales de la borriqueta) un mínimo de 10 cm y un máximo de 20 cm por cada lado.

 

Los tablones que forman el piso del andamio se dispondrán de modo que no puedan moverse ni dar lugar a basculamiento, deslizamiento o cualquier movimiento peligroso. Además, se unirán entre sí, de forma que se impida la introducción de los pies de los trabajadores en posibles los huecos intermedios.

 

Por otra parte, no se permitirá la utilización de tablones que presenten nudos o desperfectos, ni tampoco los que se encuentren combados por el uso, ni se deberán pintar.

 

Las plataformas de trabajo que ofrezcan peligro de caída de más de dos metros de altura estarán protegidas en todo su contorno por una barandilla, listón intermedio y rodapié, a una altura y con unas características apropiadas que garanticen la seguridad de los trabajadores.

 

Del mismo modo, cuando un andamio de este tipo se monte en lugares próximos a los bordes del forjado, o de huecos de patios o ventanas, deberá procederse a la protección de estos espacios antes del inicio del montaje. Si ello no fuera posible, será necesario utilizar otros medios colectivos, como redes o barandillas, o cuando todo lo anterior no sea posible, se utilizarán medios de protección individual (arnés de seguridad) unidos a puntos fuertes de anclaje.

 

Por último, recordar que en ningún caso se desmontará parcialmente un andamio de forma que permita seguir siendo utilizado, salvo en el caso de que la parte que quede en pie siga cumpliendo las prescripciones de seguridad necesarias.

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