ácido hialurónico

El ácido hialurónico es una sustancia que el cuerpo humano puede fabricar por sí mismo estando presente de manera natural en el organismo formando parte del tejido de cartílagos, ligamentos, tendones, huesos, etc…, pero que, además, podemos suplementar de manera externa.

En las consultas de traumatología y de medicina deportiva de SERMESA apostamos por la  infiltración de ácido hialurónico intraarticular o viscosuplementación para tratar los problemas degenerativos de articulaciones. Un tratamiento cada vez más demandada y empleada su gran seguridad y eficacia en los pacientes.

El ácido hialurónico se comercializa en forma de cápsulas, crema o líquido para inyectar en articulaciones como la rodilla. De entre todos los medicamentos que se utilizan para proteger el cartílago de la rodilla, el ácido hialurónico es probablemente el que más auge ha alcanzado en los últimos años.

¿Por qué infiltrar ácido hialurónico?

El objetivo de la infiltración de ácido hialurónico es aliviar síntomas como el dolor, mientras se trata de curar la lesión o enfermedad que provoca estos síntomas.

Los tratamientos de SERMESA basados en inyectar ácido hialurónico en las articulaciones tienen como objetivos:

  1.  Apoyar la labor lubricante de líquido articular.
  2. Mejorar la capacidad de absorción de impactos de la articulación en las actividades diarias.
  3. Nutrir las estructuras internas de la rodilla (cartílago, meniscos, ligamentos).
  4. De manera indirecta, disminuir la inflamación y el dolor en las articulaciones que tengan una lubricación deficiente o con pérdida del cartílago articular, como es el caso de personas con artrosis.

La duración del efecto de una infiltración de ácido hialurónico depende del problema articular que se padezca y del tipo de producto inyectado y suele ser temporal en la mayoría de las ocasiones.

El carácter temporal de estos tratamientos hace que no debamos desecharlas como tratamiento pero que tampoco pretendamos solucionar un problema a base de realizar infiltraciones periódicas.

Por ello, el tratamiento con ácido hialurónico debe tener una planificación previa que puede ir desde una única inyección anual hasta 3 inyecciones con una frecuencia de una por semana.

¿Cuándo es recomendable tratarse con viscosuplementación?

Quienes más se pueden beneficiar de un tratamiento con infiltraciones de ácido hialurónico por la notable mejoría que sienten son:

  • Personas con artrosis leve-moderada que tengan un dolor en la rodilla que les impide para algunas de sus actividades diarias.
  • Deportistas de alto nivel que presenten signos incipientes de sufrimiento en el cartílago y deseen mantener su nivel de entrenamiento sin molestias.
  • Pacientes operados por alguna lesión de la rodilla (meniscos, ligamento cruzado, etc.) durante el periodo de rehabilitación.

Las articulaciones en las que se suele aplicar la infiltración de ácido hialurónico o viscosuplementación son la cadera, la rodilla y el tobillo ya que son en las que el líquido se distribuye mejor.

¿Cómo se realiza una infiltración de ácido hialurónico?

Generalmente, las inyecciones de ácido hialurónico se pueden hacer en la consulta y a veces en el quirófano. El tratamiento debe elegirse en función de la problemática concreta del paciente y debe ser indicado por un traumatólogo, médico deportivo o rehabilitador, preferentemente el profesional médico que haya diagnosticado la lesión.

Además, es necesario emplear productos certificados para este tipo de tratamientos por la Agencia Española del Medicamento.

En algunos casos es necesario poner anestesia intraarticular. Es decir, inyectar anestésico local en la articulación antes de hacer la infiltración. Esto se realiza porque la inflitración tensiona la articulación y puede provocar dolor.

Es muy importante que el médico ofrezca las indicaciones correctas sobre el cuidado de la zona tras el pinchazo y se debe revisar en no más de 3 semanas para ver el efecto de la infiltración.

En todos los casos, estos tratamientos siempre los ha de indicar, realizar y supervisar un profesional sanitario para minimizar posibles riesgos y para poder obtener el máximo beneficio de cada inyección.