Gracias a la acción que ejerce para sintetizar la vitamina D en nuestro cuerpo, el sol aporta numerosos beneficios y refuerza el sistema inmunodepresor. Pero incluso en días nublados, la radicación ultravioleta de la luz solar (los rayos UVA y UBV), también pueden producir arrugas, manchas o lesiones cutáneas que, en ocasiones, derivan en melanomas o cáncer de piel. La clave para evitar problemas en la piel, sobre todo en verano, es la prevención y el control del tiempo de exposición al sol.
Para demostrar el tiempo de exposición al sol que una persona necesita para sintetizar la vitamina D y evitar eritemas la piel–enrojecimiento causado por quemaduras–, el Grupo de Investigación en Radiación Solar de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) analizó la irradiación solar ultravioleta en la capital del Turia alrededor del mediodía (entre las 12:30h. y las 13:30h.) durante cuatro meses del año (uno de cada estación) entre los años 2003 y 2010.
Según ese estudio, en invierno (con un cálculo de un 10% de exposición corporal), una persona necesita alrededor de 130 minutos para obtener la dosis diaria recomendada de vitamina D, pero en verano (con un 25% de exposición corporal), sólo se necesita 10 minutos al sol para adquirir la dosis diaria de vitamina D recomendada. Por el contrario, en invierno una persona puede estar unos 40 minutos bajo el sol sin ningún tipo de protección solar, pero en verano no se debería estar más de 29 minutos si queremos evitar quemaduras en la piel.
Por todas estas razones, nuestros consejos SERMESA para el cuidado de la piel en verano son los siguientes:
- Garantiza la hidratación de tu cuerpo con un mínimo de 2 litros de agua al día y con una dieta que incluya el consumo diario de zumos y frutas.
- Usa a diario cremas fotoprotectoras en cara, escote, cuello, brazos y piernas (especialmente en las horas centrales del día), y aplícalas 30 minutos antes de salir a la calle y después de cada baño en la piscina o en la playa.
- Por la hipersensibilidad estival de la piel, en verano hay que evitar las sesiones de lámparas de rayos UVA para acelerar el bronceado. Si son recomendables los llamados nutricosméticos o cremas autobronceadoras que contengan antioxidantes, carotenos y vitaminas C, E y D.
- Tampoco son convenientes en verano los tratamientos que puedan alterar o desproteger tu piel, como la depilación láser y la eliminación de manchas cutáneas con láser, IPL o peelings. No hay contraindicaciónes para los tratamientos de estética facial con toxina botulínica o rellenos de ácido hialurónico.
- Planifica al menos dos revisiones dermatológicas al año (antes y después del verano), y acude a un especialista si descubres alguna lesión cutánea en los meses estivales.