Mamografía
La mamografía, también llamada mastografía, es una prueba diagnóstica que consiste en la exploración de una imagen obtenida mediante rayos X de las glándulas mamarias. Para obtener esta imagen se usan unos aparatos denominados mamógrafos.
El mamógrafo dispone de tubos de emisión de rayos X especialmente adaptados para captar imágenes de las glándulas mamarias, consiguiendo la visualización de las estructuras internas. De esta manera es posible detectar lesiones de dimensiones muy pequeñas.
Se ha extendido la utilización de la mamografía para la detección de tumores; ya que permite detectarlos antes de que sean palpables y clínicamente manifiestos.
La Mamografía es clave para la detección del cáncer de mama.
Este diagnóstico, efectuado en una fase muy precoz de la enfermedad, suele asociarse a un mejor pronóstico de curación. Además se necesita una menor agresividad del tratamiento para el control del cáncer.
En numerosos países se recomienda la mamografía como método de escrutinio para el diagnóstico precoz de cáncer mamario. Igualmente, la Organización Mundial de la Salud recomienda mamografías cada 1–2 años en mujeres de 40 o más. Finalmente se ha demostrado que se ha logrado una reducción de la mortalidad del cáncer mamario de un 20%.
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